La adiccion al Internet
viernes, 15 de noviembre de 2013
miércoles, 11 de abril de 2012
Que es la adicción?
La adicción es una enfermedad cerebral.


1. INTRODUCCIÓN: ¿QUÉ ES INTERNET?
Internet
puede definirse como una red de redes de ordenadores que comparten datos y
recursos. Existe una conexión de redes a nivel mundial que permite a los
ordenadores (y a las personas) comunicarse entre sí en cualquier parte del
mundo. Esto nos permite tener acceso a información y personas que de otra forma
no sería posible.
El
abaratamiento de los costes de conexión, las mejoras tecnológicas y la llegada
masiva de los ordenadores personales a los hogares, está produciendo un
crecimiento exponencial de los usuarios y que Internet pase de ser solo una
herramienta de investigación en las Universidades y servicios de defensa, a
convertirse en un instrumento imprescindible para ocio y negocio.
Pero
Internet es mucho más que un divertimento, para algunas personas se convierte
en el medio alrededor del cual gira buena parte de sus vidas. Desde el punto de
vista de la comunicación permite crear grupos, asociaciones y comunidades
virtuales con un objetivo o interés en común que solo es posible en este medio
que elimina las distancias geográficas. A esto es a lo que se llama
globalización.
Para ello,
Internet cuenta con multitud de herramientas y aplicaciones que permiten al
usuario interaccionar con la máquina y con los otros. Estas son las más
utilizadas (Esebbag y Martínez, 1998):
* Los navegadores web: Cuando se accede a una página
de la World Wide Web (WWW, la telaraña mundial) mediante algún navegador
tenemos acceso a un documento de hipertexto. El hipertexto es lo que nos
permite saltar de una página a otra de nuestro interés simplemente pulsando en
un vínculo resaltado. Esto facilita la navegación.
El contenido
de una página web puede ser de cualquier tipo, incluyendo imágenes, sonidos,
videos y texto escrito. Para localizar una información existen los llamados
motores de búsqueda (p. Ej. Yahoo!) que examinan millones de direcciones en
pocos segundos. Estoy hace posible que podamos encontrar lo que buscamos con
solo introducir la palabra clave relacionada.
* Internet
Relay Chat (IRC): Los canales IRC permiten mantener conversaciones
con otros usuarios. Las salas de chat se estructuran habitualmente según el
tema que están tratando, el usuario solo tiene que pulsar en el tema de su
interés para unirse a la conversación (p. Ej. Fútbol o Sexo). A las salas de
chat se puede acceder desde un programa cliente (p. Ej. MIRC) o desde alguna
página web que tenga este servicio. En las salas de chat aparecen los apodos
("nicks") de los usuarios que están conectados, permitiéndose enviar
mensajes o mantener conversaciones privadas con solo pulsar sobre su nombre.
·
El correo electrónico: Es quizá la herramienta más
utilizada. Sirve para enviar mensajes con varias ventajas: rapidez, economía,
fiabilidad y comodidad. Las listas de correo o grupos de noticias son grupos de
gente interesadas en un mismo tema que comparte artículos, noticias e ideas por
esta vía. Los foros de debate mundiales (p. Ej. USENET) acogen grupos de
discusión en los que cualquiera puede expresar sus opiniones.
·
Transferencia de ficheros: Mediante el protocolo FTP se
permite acceder a ficheros en ordenadores conectados de todo el mundo, lo que
permite conseguir imágenes, programas informáticos gratuitos o artículos
científicos y grabarlos en nuestro ordenador.
Otra
aplicación que usa Internet son los canales MUD (Multi Users Dungeons), una
evolución del clásico juego de rol "Dungeons and dragons" (Dragones y
mazmorras) en los que los jugadores crean un personaje virtual que va
evolucionando en función de lo sus decisiones en el trascurso de una historia
(Morahan-Martin y Schumacker, 1997).
El diseño de
estas aplicaciones e Internet en sí permiten el anonimato en las interacciones,
lo cual hace que la comunicación por vía electrónica tenga una características
que la diferencian de la que se puede dar en la vida real: la desinhibición
(Greenfield, 1999b): Consiste en una pérdida del pudor y del miedo a expresarse
libremente, lo cual provee a la persona de un sentimiento de protección y
libertad al mismo tiempo.
Internet es
una herramienta a la que se le atribuyen innumerables ventajas para la
educación, el comercio el entretenimiento y en ultima instancia para el
desarrollo del individuo. La participación en grupos virtuales nos permite
interaccionar con gente con nuestros propios intereses donde sea que estén
ubicados físicamente. En un estudios con estos grupos de discusión McKenna y
Bargh (1998) encontraron que este medio permitía a aquellos con personalidades
estigmatizadas (por razones de sexo o ideología) llegar a una gran autoaceptación
que en última instancia conducía a revelar a sus familiares y amigos su
identidad oculta. Esto hace que la pertenencia al grupo virtual se convierta en
una parte importante de su identidad.
Sin embargo
a Internet también se le atribuyen propiedades negativas. En el estudio de
Kraut y cols. (1998) se llegó a la conclusión de que Internet contribuía a
reducir el círculo social y afectaba al bienestar psicológico, desplazando la
actividad social y reemplazando los lazos de unión fuertes por otros más
débiles a la conclusión de que Internet contribuía a reducir el círculo social
y afectaba al bienestar psicológico, desplazando la actividad social y
reemplazando los lazos de unión fuertes por otros más débiles. Las amistades
creadas en la red parecen ser más limitadas que las respaldadas por una
proximidad física.
En los
últimos años, la evidencia sobre consecuencias negativas relacionadas con el
uso de Internet ha llevado a varios autores (Echeburúa y cols., 1998;
Griffiths, 1997; Young, 1996) a proponer la existencia de un desorden de
adicción a Internet similar a los problemas que aparecen con otras conductas
adictivas (juego, sexo, trabajo, etc.).
2. ADICCIONES PSICOLÓGICAS (NO QUÍMICAS)
Para la
gente el concepto de adicción incluye tomar drogas, la mayoría de las
definiciones sobre lo que es una adicción se centran en el abuso de sustancias.
Sin embargo hay un movimiento creciente de autores (Echeburúa, 1999; Griffiths,
1998) que encuentran una serie de conductas potencialmente adictivas, incluyendo
muchos comportamientos que no implican el consumo de drogas. Estas adicciones
no químicas incluirían conductas como el juego, el sexo, el trabajo o las
compras (Echeburúa, 1999).
Durante
siglos la gente se ha encontrado dependiente psicológica o físicamente a muchos
comportamientos y sustancias. Esto no se debe a un mero interés, sino que ce a
un mero interés, sino que consiste en un patrón de uso que puede llevar a un
eventual impacto negativo en el funcionamiento, afectando al matrimonio,
relaciones, trabajo, economía e incluso al estatus legal (Greenfield, 1999b).
Sin embargo,
las adicciones psicológicas o no químicas no se encuentran incluidas como tales
en el DSM – IV, en las que el término adicción se reserva para los trastornos
producidos por el abuso de sustancias psicoactivas. En el DSM – IV (APA, 1994)
las adicciones psicológicas vendrían incluidas en los trastornos del control de
impulsos, tal como aparece el juego patológico.
Según
Echeburúa y Corral (1994) cualquier conducta normal placentera es susceptible
de convertirse en un comportamiento adictivo. Se podrían hacer usos anormales
de una conducta en función de la intensidad, de la frecuencia o de la cantidad
de dinero invertida y, en último termino, en función del grado de interferencia
en las relaciones familiares, sociales y laborales de las personas implicadas.
Los componentes fundamentales de los trastornos adictivos serían la pérdida de
control y la dependencia.
Para
Griffiths (1998) cualquier comportamiento que cumpla estos seis criterios será
definido operacionalmenos será definido operacionalmente como adicción:
Saliencia: Se refiere a cuando una
actividad particular se convierte en la más importante en la vida del individuo
y domina sus pensamientos, sentimientos y conducta.
Modificación
del humor: Experiencias subjetivas que la gente experimenta como consecuencia
de implicarse en la actividad.
Tolerancia: Proceso por el cual se requiere
incrementar la cantidad de una actividad particular para lograr los efectos
anteriores.
Síndrome de
abstinencia: Estados emocionales desagradables y/o efectos físicos que ocurren
cuando una actividad particular es interrumpida o repentinamente reducida.
Conflicto: Se refiere a los conflictos
que se desarrollan entre el adicto y aquellos que le rodean (conflicto
interpersonal), conflictos con otras actividades (trabajo, vida social,
intereses, aficiones), o dentro de los propios individuos ( conflicto
intrapsíquico) que están involucrados con la actividad particular.
Recaída: Es la tendencia a volver los
patrones tempranos de la actividad que vuelven a repetirse, restaurando los
patrones más extremos de la adicción trando los patrones más extremos de la
adicción tras muchos años de abstinencia o control.
Por lo tanto
lo importante en la adicción no es la actividad concreta que genera la
dependencia, sino la relación que se establece con ella. Es una relación
negativa, incluso destructiva que el sujeto se muestra incapaz de controlar.
3. LA ADICCIÓN A INTERNET
3.1. Definición


Con el
desarrollo de Internet y su crecimiento exponencial han aparecido también los
primeros casos de psicopatología relacionados con la red. El trastorno de
dependencia de la red se ha conocido con muchos nombres: desorden de adicción a
Internet –Internet Addiction Disorder (IAD)- (Goldberg, 1995), uso compulsivo
de Internet (Morahan-Martin y Schumacker, 1997), o uso patológico de Internet –
Pathological Internet Use (PIU)- (Young y Rodgers, 1998b).
La tarea de
definir lo que es la adicción a Internet es algo que ya de partida nos supone
un problema. Con lo ya expuesto en el apartado anterior podemos decir que el
uso de Internet (como cualquier otro comportamiento) es susceptible de crear
una adicción en función de la relación que el sujeto establezca con ese uso.que
el sujeto establezca con ese uso.
Uno de los
aspectos problemáticos es: ¿a qué se hacen adictos los adictos a Internet? ¿Es
al contenido al que acceden o es al Internet en sí? Respecto a esto Pratarelli
y cols. (1999), utilizan el término de adicción al ordenador/Internet, y la
definen como un fenómeno o desorden putativo que depende tanto del medio como
del mensaje, sin inclinarse a favor de ninguno.
Un ejemplo
de la problemática lo encontramos en la relación entre adicción al sexo y
adicción a Internet. Un individuo que fuese adicto a las páginas de contenido
sexual, ¿sería un adicto al sexo, a Internet, o a ambos?. Guerricaecheverría y
Echeburúa (1997) exponen un caso clínico de adicción a las líneas telefónicas
de party line y eróticas, señalando que se trata de una variante de adicción al
sexo. En este caso nos sería difícil de entender que existiera una adicción al
teléfono en sí.
Por otro
lado, Griffiths (1997) señala la existencia de lo que el llama "adicciones
tecnológicas", que se definen como adicciones no químicas que involucran
la interacción hombre-máquina. Estas pueden ser pasivas (ce;quina. Estas pueden
ser pasivas (como la televisión) o activas (como los juegos de ordenador o
Internet). Esta sería una modalidad de las adicciones psicológicas o conductuales,
que a su vez incluiría a la adicción a Internet.
Varios
autores (Echeburúa, 1999; Griffiths 1998) han señalado que Internet podría ser,
en al mayoría se los casos, solo un medio o "lugar" donde alimentar
otras adicciones o trastornos (P. Ej. adicción al sexo, ludopatía o
parafilias), aunque también señalan que existen casos de adicción a Internet
por sí mismo.
3.2. Criterios diagnósticos
Al ser el
propio Internet una herramienta cuya implantación masiva es posterior a la
edición del DSM – IV, no es de extrañar que no aparezca referencia alguna a la
Adicción a Internet en dicho manual. Este vacío es el que ha empujado a los
investigadores a desarrollar sus propios instrumentos de diagnóstico.
La primera
persona que estableció criterios diagnósticos para la adicción a Internet
(algunos dicen que a modo de broma; Grohol, 1997) fue el psiquiatra Ivan
Goldberg. Goldberg (1995) propone un conjunto de criterios para el diagnóstico
del derios para el diagnóstico del desorden de adicción a Internet (IAD) basados
en los criterios diagnósticos del abuso de sustancias:
Un patrón
desadaptativo de uso de Internet, que conlleva un deterioro o malestar
clínicamente significativo, expresado por tres o más de los items siguientes
en algún momento de un periodo continuado de 12 meses:
1)
Tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes:
·
Una necesidad de incrementar notablemente la
cantidad de tiempo en Internet para lograr satisfacción.
·
Notable disminución de los efectos con el uso
continuado de la misma cantidad de tiempo en Internet.
2)
Abstinencia, manifestado por cualquiera de los siguientes:
a.
El característico síndrome de abstinencia:
o
Cesación o reducción de un uso de Internet que ha
sido grande y prolongado
o
Dos o más de los siguientes, desarrollados algunos
días durante un mes antes:
Agitación
psicomotora Ansiedad
Pensamientos
obsesivos acerca de lo que estará sucediendo en Internet
Fantasías
o sueños a cerca de Internet
Movimientos
de tecleo voluntarios o involuntarios
Los
síntomas causan malestar o deterioro en el áreas social, laboral u otra área
importante de funcionamiento.
b.
El uso de Internet o un servicio similar esta
dirigido a aliviar o evitar los síntomas de la abstinencia.
3) Se
accede a Internet con más frecuencia o por periodos más largos de lo que
inicialmente se pretendía.
4) Deseo
persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el uso de
Internet.
5) Se
emplea mucho tiempo en actividades relacionadas al uso de Internet (P.Ej.,
comprando libros sobre Internet, probando nuevos navegadores, indagando
proveedores de Internet, organizando fichero o descargando materiales).
6)
Actividades sociales, ocupacionales o recreativas se dejan o reducen a causa
del uso de Internet.
7)
Internet se continúa usando Internet un pesar de saber que se tiene un
persistente o recurrente problema físico, social, ocupacional o psicológico
que parece ser causado o exacerbado por el uso de Internet (privación de
sueño, dificultades maritales, llegar tarde a las citas por las mañanas,
abandono de los deberes profesionales, o sentimientos de abandono de personas
significativas). dono de personas significativas).
|
Young
también ha utilizado una serie de criterios diagnósticos parecidos a estos en
sus estudios preliminares (Young, 1996), basándose en los del abuso de
sustancias del DSM – IV. Sin embargo, posteriormente (Young, 1996) propuso una
serie de criterios adaptados de los criterios para Juego Patológico, por
parecerles estos más semejantes a la naturaleza patológica del uso de Internet.
Dichos criterios se estructuran en un breve cuestionario de ocho items:
1. ¿Te sientes preocupado con Internet
(pensamientos acerca de la última conexión o anticipas la próxima sesión)?
2. ¿Sientes la necesidad de incrementar
la cantidad de tiempo de uso de Internet para lograr la satisfacción?
3.
¿Ha hecho repetidamente esfuerzos infructuosos para
controlar, reducir. O detener el uso de Internet?
4. ¿Se ha sentido inquieto,
malhumorado, deprimido o irritable cuando ha intentado reducir o detener el uso
de Internet?
5. ¿Se queda más tiempo conectado de lo
que inicialmente había pensado?
6. ¿Ha perdido o puesto en peligro
alguna relación significativa, trabajo, oportunidad educativa o profesional
debido al uso de Internet?
7. ¿Ha mentido a los miembros de su
familia, terapeuta u otros para ocultar su grado de implicación con Internet?
8. ¿Usa Internet como un medio de
evadirse de los problemas o de aliviar un estado de ánimo disfórico?
De acuerdo
con estos criterios, se considera adicto si responde afirmativamente a 5 o más
de los items anteriores y los síntomas no pueden ser mejor explicados por un
episodio maniaco.
Young (1999)
señala que si bien esta escala da una medida de la adicción a Internet con la
que se puede trabajar, es necesario un mayor estudio de su validez y utilidad
clínica.
Uno de estos
intentos de validar cuestionarios para el diagnóstico de la adicción a Internet
se debe a David N. Greenfield. Greenfield (1999b) administró un cuestionario a
cerca de 18000 sujetos que visitaban la página de ABCNEWS.com. Dicho
cuestionario, el VAS (Virtual Addiction Survey) , examinaba el uso general y
abuso de Internet. Como resultado de este estudio, Greenfield seña resultado de
este estudio, Greenfield señala un conjunto preliminar de siete criterios para
la identificación y predicción de la adicción a Internet:
·
Nº Total de horas que pasas conectado
·
Otras personas piensan que tienes un problema con
Internet
·
Experimentar serias consecuencias relacionadas con el
uso de Internet
·
Experimentar una intensa intimidad en la red
·
Mantener la cantidad de tiempo que se pasa conectado
como un secreto
·
Edad (mas joven incrementa el riesgo de adicción)
·
No poder esperar para llegar al ordenador y conectarse
Aunque ha
habido varios esfuerzos centrados en detectar la Adicción a Internet tomando
como criterio el excesivo uso de la red, parece haber quedado claro que este no
es un criterio válido para el diagnóstico. Muchos individuos, por razones de
trabajo o estudios, deben pasar muchas horas conectados, delante del ordenador,
pero eso no les convierte automáticamente en adictos.
Thompson
(1996) señala que, para la mayoría de las personas que pasan mucho tiempo que,
para la mayoría de las personas que pasan mucho tiempo conectados, lo que
podría parecer una adicción no es sino el proceso de aprender lo máximo posible
en poco tiempo. Griffiths (1998) analiza varios estudios referidos al uso
excesivo de la red y concluye que en la mayoría de los casos esto es puramente
sintomático.
Debemos por
lo tanto centrarnos en la consecuencias negativas que tiene la dependencia de
la red, en definitiva ¿qué es lo que lleva a una persona a buscar ayuda para
terminar con su adicción a la red? ¿qué síntomas negativos experimenta? ¿qué
disfunciones encuentra el adicto en su vida a causa de su uso de Internet?
3.3. Efectos negativos
Uno de los
aspectos que diferencian a una adicción psicológica de una adicción química es
que la primera no tiene las terribles consecuencias físicas negativas que puede
tener esta última. Aun así, en el caso de la adicción a Internet también se han
señalado alguna consecuencia, sobre todo las derivadas de la privación de sueño
(Young, 1999). La privación de sueño se produce por la inhabilidad del adicto a
cortar la conexión, permaneciendo despierto hasta altas horas de la madrugada,
lo cual pods horas de la madrugada, lo cual podría dar lugar a fatiga,
debilitación del sistema inmunitario y un deterioro de la salud.
Es evidente
que Internet está produciendo un rápido cambio en las costumbres y modos de
vida de las personas, ya que en cierto sentido está modificando la forma en que
nos relacionamos unos con otros. Kraut y cols. (1998) examinaron el impacto de
Internet sobre 169 personas en 73 hogares, encontrando que un gran uso de
Internet estaba asociado con un decremento en la comunicación con los miembros
de la familia en el hogar, un decremento en el tamaño de su círculo social y un
incremento en su depresión y soledad.
La relación
entre un alto uso de Internet y el incremento en los niveles de depresión ha
aparecido en varios estudios (Kraut y cols., 1998; Petrie y Gunn, 1998; Young y
Rodgers, 1998b). Sin embargo, existe aún mucha controversia sobre si la
depresión es la causa o el efecto de la adicción a Internet. Según Pratarelli y
cols. (1999), se produce un ciclo en el que la soledad y la depresión alimentan
el uso del ordenador/Internet, y esto lleva a una mayor soledad y depresión.
Esto se explicaría por una conducta compensatoria según la cual la actividad de
los usuarios se incrementa a medida que aumentan s se incrementa a medida que
aumentan sus sentimiento de incomunicación.
El medio en
el que se desenvuelve la adicción acarrea también una serie de cambios
psicológicos negativos, consistentes en alteraciones del humor, ansiedad o
impaciencia por la lentitud de las conexiones o por no encontrar lo que se
busca o a quien se busca, estado de conciencia alterado (total focalización
atencional), irritabilidad en caso de interrupción, incapacidad para salirse de
la pantalla, etc. (Echeburúa, 1999).
Los
problemas surgidos de la dependencia trascienden el ámbito de lo intrapersonal.
Desde un punto de vista sistémico, los efectos negativos de la adicción se
expresan en los ámbitos familiar, académico y profesional (Young, 1999). El
adicto se aísla del entorno y no presta atención a otros aspectos de las obligaciones
sociales (Echeburúa, 1999).
Es un hecho
que Internet esta produciendo grandes cambios, pero también hay que señalar que
para la mayoría de las personas Internet es una herramienta que trae grandes
beneficios. La pregunta que debemos hacernos es: ¿cómo es posible que una
tecnología que para la mayoría es beneficiosa se convierta en adictiva para
algunos?
3.4. Mecanismos explicativos
El proceso
por el cual una persona se convierte en adicto es siempre una interacción de
factores relativos al objeto de la adicción, a las características de la
persona que la hacen vulnerable y al entorno social. Los intentos de determinar
las causas de la adicción a Internet deben de tener en cuenta que la conducta
problema se desarrolla en un contexto virtual que no tiene por que seguir las
leyes del mundo real.
Según
Greenfield (1999) las cualidades de Internet que parecen contribuir al
potencial de la adicción están relacionadas con la velocidad, accesibilidad e
intensidad de la información a la que se tiene acceso, del mismo modo que la
rapidez de absorción de una droga es directamente proporcional al potencial
adictivo de la droga.
Desde mi
punto de vista, la razón de que aparezcan adicciones a comportamientos que no
son posibles fuera de la red (adicción a las líneas de chat o a los juegos MUD)
tiene que vez con esa velocidad, accesibilidad e intensidad de la información.
Las relaciones sociales son algo que resulta reforzante para la mayoría de las
personas, sin embargo la mayoría de las veces no tenemos libre acceso a ellas
por embargo la mayoría de las veces no tenemos libre acceso a ellas por el
límite que impone la sociedad o nosotros mismos. En las salas de chat se rompen
todas esas reglas, una persona puede dirigirse a otra, decir lo que se le
antoje, sentirse escuchada... y dejar de hacerlo cuando le apetezca, sin
represalias. Algo parecido ocurre en el caso del cibersexo.
Un ejemplo
que ilustra esta evolución en la fuerza adictiva lo encontramos en el caso de
la adicción a las party line y líneas eróticas (Guerricaecheverría y Echeburúa,
1997). Señalan varias características relativas al funcionamiento de estas
líneas que facilitan la dependencia: disponibilidad ambiental, refuerzo
inmediato, percepción de control y gran excitación emocional o sexual. Podemos ver
que estas características no solo están presentes en el caso de Internet, sino
que aparecen multiplicadas.
Otra
característica que contribuye a la capacidad adictiva de la red es el anonimato
de las transacciones electrónicas (Young y cols., 1999). Este anonimato
contribuye a animar los actos desviados e incluso criminales como el visionado
de imágenes obscenas o ilegales (p. Ej. Pedofilia), proveer un contexto virtual
que permite a los tímidos interactuar en un contexto seguro, facilitar las
infidelidades vía Internet las infidelidades vía Internet y permitir la
creación de personalidades virtuales dependientes del estado de ánimo de la
persona.
Según Young
(1997) son varios los refuerzos y mecanismos psicológicos que llevan a la
formación del hábito:
a. Aplicaciones adictivas: Se encuentra que las
aplicaciones que más poder adictivo tienen son las que permiten al usuario
interaccionar con otros, como los chats y los MUDs. Al parecer, si hay algo que
diferencia a los usuarios dependientes de los que no lo son es el tipo de
aplicaciones que utilizan. Los usuarios no dependientes usan Internet para
encontrar información y mantener relaciones preexistentes, mientras que los
dependientes la usan para socializarse y conocer nueva gente, para implicarse
en un grupo. De acuerdo con esto se determinan tres principales áreas de
reforzamiento: apoyo social, realización sexual y creación de un personaje.
b. Apoyo social: Los grupos se forman rápido en
el ciberespacio. Las visitas continuadas a un determinado chat o MUD hacen que
se establezca una intimidad con los demás miembros, alentada por la
desinhibición que se muestra en la red. Esta desinhibición es consecuencia
directa del anonimato que;n es consecuencia directa del anonimato que
proporciona la comunicación mediada por ordenador. Estos grupos llenan la
necesidad de apoyo que tenga la persona en situaciones estresantes de
enfermedad, jubilación o divorcio.
c. Satisfacción sexual: Hay multitud de chats que han
sido diseñados para la interacción erótica, desde los más clásicos basados en
texto a los más novedosos que incorporan video en tiempo real. Estas
aplicaciones permiten al usuario elegir la fantasía sexual que le apetezca en
el momento con solo pulsar un botón (desde la homosexualidad hasta las diversas
parafilias). En estos lugares se sienten libres de ataduras por el anonimato y
el sentimiento de practicar "sexo seguro". Por otro lado las personas
que se sienten poco atractivas físicamente se ven liberadas de este problema.
d. Creación de personalidad ficticia: Internet permite crear un
personalidad virtual modificando las propias características físicas que en el
mundo real son inamovibles. Por ejemplo, un trabajador de la construcción de 40
años, casado y con sobrepeso, puede aparecer en la red como un joven millonario
campeón de atletismo. Es unas forma de reinventarse a sí mismo, de cubrir
necesidades psicológicas mo, de cubrir necesidades psicológicas previamente no
afrontadas enmascarando la inseguridad interpersonal. Dos de estas necesidades
psicológicas son la expresión de un rasgo de personalidad reprimido y los
sentimientos de reconocimiento y poder.
e. Personalidades reveladas: Internet puede ayudar a sacar
a la luz aspectos de la personalidad que estaban ocultos o reprimidos, como
puede ser la agresividad. Una vez sacados a la luz, se debe de aprender a
incorporarlos a la propia personalidad y no limitar esos roles al ciberespacio.
f. Reconocimiento y poder: Este es un elemento que se
deriva de los juegos MUD, en los que se crea un personaje que va aumentando su
poder a medida que consigue puntos, pudiendo llegar al liderato de otros
jugadores subordinados.
o
Greenfield (1999b) encuentra varios sentimientos que
experimentan los usuarios dependientes de Internet y que pueden llevar a la
adicción:
o
Los adictos informan de una intensa intimidad cuando
está conectados
o Existe un sentimiento de desinhibición
o
Muchos adictos informan también de una pérdida de
ataduras
o
Sentimientos de que el tiempo se detiene o que pasa
muy rápido
o
Sentirse fuera de control cuando se está conectado
Puesto que
hemos analizado las características de Internet que pueden llevar a la
adicción, cabe preguntarse qué es lo que hace que algunas personas se
conviertan en adictos y otros no. Hasta ahora parece haber quedado claro que Internet
en la mayoría de los casos lo que hace es cubrir un déficit en la personalidad
del adicto. Ya que Internet es eminentemente un instrumento de comunicación
interpersonal, es en este ámbito donde el mundo virtual puede convertirse en un
sustituto de la vida real para las personas con déficits en habilidades
sociales, timidez o algún tipo de complejo.
Del mismo
modo que un adicto a la heroína lo es a la sustancia y no a la jeringuilla, es
lógico pensar que en este caso lo importante es el contenido, la necesidad que
cubre en una persona. Según Echeburúa y cols. (1998) la red permite cubrir dos
tipos de necesidades básicas: la estimulación solitaria (búsqueda de
información, imágenes, sonido, juegos, etc.) y la búsqueda de interacción
social.
Hay ciertas características
de personalidad o estados emocionales que aumentan la vulnerabilidad
psicológica a las adicciones. La vulnerabilidad psicológica hacia la adicción a
Internet se expresa en los siguientes factores de riesgo (Echeburúa, 1999):
·
Déficits de personalidad: introversión acusada, baja
autoestima y nivel alto de búsqueda de sensaciones.
·
Déficits en las relaciones interpersonales: timidez y fobia social.
·
Déficits cognitivos: fantasía descontrolada,
atención dispersa y tendencia a la distraibilidad.
· Alteraciones psicopatológicas: Adicciones químicas o psicológicas
presentes o pasadas. Depresión.
Young y
Rodgers (1998a) administraron el cuestionario 16 PF a un grupo de personas auto
– seleccionadas, encontrando puntuaciones altas en términos de confianza en sí
mismos, pensamiento abstracto, disconformidad con las convenciones sociales,
reactividad emocional hacia los otros y preferencia por las actividades
solitarias. Las personas dependientes de Internet suelen ser susceptibles,
vigilantes y privadas. Esta tendencia hacia la introversiótes y privadas. Esta
tendencia hacia la introversión también fue encontrada por Petrie y Gunn
(1998).
4. EVALUACIÓN DE LA ADICCIÓN A INTERNET
El principal
obstáculo que encontraremos para detectar la existencia del problema es la
negación (Young, 1999; Greenfield, 1999a; Echeburúa, 1999). El paciente tiende
a negar o minimizar su dependencia de la red, amparándose muchas veces en su
utilidad. Por ello, no es fácil que el trastorno se haga evidente en una
exploración inicial.
Del mismo
modo que en otras adicciones como el alcohol y drogas o la comida compulsiva,
se ha propuesto que existen una serie de disparadores y señales que son las que
lanzan la conducta de "atracón" o "borrachera" en el adicto
a Internet y que deben ser evaluados:
·
Aplicaciones: Lo normal es que el adicto use
una aplicación específica que es la que actúa como disparador. En evaluador
debe examinar sus pautas de uso en cada aplicación particular:
¿Qué
aplicaciones usa en Internet?
¿Cuántas
horas por semana dedica a cada aplicación?
or semana
dedica a cada aplicación?
¿Cómo
clasificaría las aplicaciones de la más a la menos importante?
¿Qué le parece mejor de cada aplicación?
Si es difícil de saberlo se podría proporcionar un autorregistro para
colocar al lado del ordenar para registrar su uso.
· Emociones: Los adictos experimentan
sensaciones placenteras cuando están conectados en contraste a como se sienten
cuando están desconectados. Se deben
detectar los dos extremos:
¿Cómo se
siente cuando está desconectado? Después debe determinarse si las respuestas
están en un continuo de sentimientos negativos (solo, insatisfecho, inhibido,
angustiado, frustrado o preocupado).
¿Cómo se siente cuando está usando Internet? Respuestas como excitado,
feliz, desinhibido, atractivo, apoyado o deseado indican que Internet ha
modificado el estado de ánimo del paciente.
·
Pensamientos: El pensamiento catastrófico
provee de un mecanismo de escape psicológico para evitar los problemas reales o
percibidos. Los adictos tiende más a menudo a anticipar los problemas.
·
Sucesos vitales: Una persona que no esté
satisfecha con algún área de su vida puede usar el Internet como medio para
evitar los problemas u olvidar el dolor, pero cuando se encuentre fuera de la
red se dará cuenta de que nada ha cambiado. Es necesario evaluar si el adicto
está usando Internet como medio para evitar una situación infeliz como una
enfermedad, insatisfacción marital o laboral, desempleo, etc.
Uno de los
primeros síntomas que son notados se refieren a la gran cantidad de tiempo que
se pasa en actividades relacionadas con Internet. En la evaluación debe
determinarse si el incremento del uso de Internet es algo normal por ser esta
una herramienta nueva que causa una inicial fascinación, o por el contrario se
ha convertido en una adicción. En esto es importante el tiempo que hace que se
inició el problema.
Las diversas
modalidades en que puede presentarse la adicción a Internet deben ser también
objeto de análisis. Las diferentes clasificaciones que se han propuesto se
basan en dos características: la aplicación que se utiliza y el tipo de
contenidos al que se accede. Veremos más adelante que esto no clarifica mucho
las cosas, ya que algunas de estas modalidades se solapan entre sí y en otras no
queda claro cual es el objeto de la adicción.
Young y
cols. (1999) y Greenfield (1999b) distinguen cuatro modalidades de adicción a
Internet. Si bien Young y cols. (1999) añaden a esta clasificación una quinta
modalidad relacionada con uso obsesivo del ordenador para juegos (Doom, Myst,
solitarios, etc), no la tendremos en cuenta por considerar que en ese caso
Internet no está presente. La
clasificación se exponen en la siguiente tabla:
MODALIDAD
|
APLICACIÓN
|
CONTENIDOS
|
|
1
|
Adicción cibersexual
|
Páginas web para adultos
|
Pornográficos o sexuales
|
2
|
Adicción a
las ciber - relaciones
|
Grupos de
discusión, e – mail, chats, etc.
|
Comunicación
interactiva con otros usuarios.
|
3
|
Compulsiones de la red
|
Páginas
web, en la mayoría de los casos comerciales.
|
Juegos de
azar, comercio electrónico, subastas.
|
4
|
Buscadores
de información y "vagabundos electrónicos"
|
Robots de
búsqueda, FTP, TELNET.
|
Simplemente
navegar por la red sin una meta específica y buscar información sobre un tema
de interés.
|
Como ya
hemos dicho, posiblemente esta no es una clasificación que ayude a la
evaluación de la adicción a Internet. Sería fácil encontrar gente que
utilizasen los chat para lograr satisfacción sexual, o ludópatas que usan
Internet para implicarse en juegos de azar, el límite de las modalidades entre
sí y con otros trastornos no está claramente definido.
En al
mayoría de estas modalidades lo que existe es un trastorno psicológico o
carencia que se expresa a través de Internet. Con el avance de la investigación
se debe hacer evidente que la mayoría de las veces la adicción a Internet no es
sino un trastorno secundario a otros como la fobia social, depresión, adicción
al sexo o las diversas paroacute;n, adicción al sexo o las diversas parafilias.
Si en la evaluación se detecta alguno de estos trastornos el terapeuta debe
decidir cual es el trastorno que merece una atención prioritaria.
A este
respecto, Griffiths (1998) señala que Internet puede fácilmente ser el objetivo
de comportamientos obsesivo/ compulsivos, reforzado por la gran cantidad de
recursos que se pueden encontrar en la red para alimentar otras adicciones o
compulsiones.
5. TRATAMIENTO
Dejando a un
lado la controversia sobre si existe un trastorno de adicción a Internet en sí
mismo, lo que parece quedar claro es que existe un incremento en las demandas
de ayuda por problemas relacionados con el uso de la red (Young y cols., 1999).
Según el
estudio de Greenfield (1999b) con sujetos de habla inglesa, principalmente
norteamericanos y canadienses, habría cerca de un 6 % de los usuarios adictos a
Internet.
Debido a
esta demanda se han desarrollado programas de tratamiento, sobre todo en los
EEUU, que tratan de recuperar al adictos en forma muy parecida a como ya lo
hacen otros programas como Alcohólicos Anónimos o los Jugadores en
Rehabilitación. Una de las primeras propuestas fue la creación de un grupo de
apoyo víoacute;n de un grupo de apoyo vía Internet, el IASG (Internet Addiction
Support Group; Goldberg, 1995). Este grupo permite que los adictos se apoyen
entre sí, se conozcan y empiecen a reconocer su problema. Sin embargo, también
ha sido criticado, ya que en cierta forma tener un grupo de apoyo en la red es
como una reunión de Alcohólicos Anónimos en un bar (Grohol, 1997).
En España,
Echeburúa (1999) ha elaborado un programa de tratamiento para adicciones
psicológicas que también es aplicable en el caso de Internet. Este programa consta de los siguientes elementos:
1. Control de los estímulos vinculados
a la adicción: En una primera fase de la terapia se ha de evitar la conexión,
pero tras un periodo de abstinencia total se ha de tratar de limitar el tiempo
de conexión (al margen de las obligaciones laborales) a no más de 120
minutos/dia, atender el correo 1 vez al día y a una hora concreta, de
conectarse en compañía, sin quitar horas al sueño y de eliminar los
pensamientos referidos a la red cuando no se está conectado.
2. Exposición prolongada a los
elementos suscitadores del ansia por la conducta adictiva: La evitación de los estímulos en la
mayoría de los casos es insuficiente, pues esta no se puede mantener
indefinidamente, ya que aumenta el riesgo de recaídas. La recuperación total se
consigue cuando se expone a los indicios de riesgo de forma regular y
progresiva y es capaz de resistirse a ellos sin escape.
3. Solución de problemas específicos: Deben controlarse varios
aspectos relacionados con la abstinencia:
o
Control del ansia por implicarse de nuevo en la
conducta
o Control de la ansiedad
o Control de la depresión
o Control de los conflictos interpersonales
4. Creación de un nuevo estilo de vida: Lo esencial es promover un
equilibrio adecuado entre deberes y deseos.
5.
Prevención de recaídas: La mantención de los logros
terapéuticos es más sencillo cuando hay abstinencia total, pero si esto no es
posible el objetivo será enseñar a la persona a usar Internet de forma
controlada. Algunas de las estrategias que
podrían usarse son:
o
Identificación de situaciones de alto riesgo
o
Respuestas de enfrentamiento a situaciones problema
o
Cambio de expectativas sobre las consecuencias de la
implicación en la conducta adictiva
o
Revisión del estilo de vida del paciente
Puesto que
en la mayoría de los casos la abstinencia en este tipo de adicción no es
posible, Young (1999) revisa los modelos de bebida controlada y entrenamiento
en moderación para trastornos alimenticios, ya que Internet parece tener la
misma habilidad para proveer alivio emocional, escape mental y maneras de
eludir los problemas que tiene el alcohol, las drogas, la comida o el juego, y
propone el siguiente conjunto de estrategias de tratamiento:
a. Practicar lo contrario en el tiempo
de uso de Internet: Es necesario previamente evaluar lo hábitos de
uso de Internet: cuando, cuantas veces, dónde y durante cuanto tiempo se
produce la conexión. La técnica consiste en romper la rutina para adaptarse a
un nuevo horario. Por ejemplo, si lo primero que hace para adaptarse a un nuevo
horario. Por ejemplo, si lo primero que hace el paciente al levantarse es
chequear el correo, podemos sugerir que lo haga después de desayunar, si se
conecta al llegar a casa hacerle conectarse solo después de cenar. El objetivo es romper con los hábitos de conexión.
b.
Interruptores externos: Se trata de usar cosas que el
paciente tenga que hacer o sitios donde ir como señales que le indiquen que
debe desconectar. Como ayuda a estas alarmas naturales se pueden usar relojes o
alarmas de tiempo.
c.
Fijar metas: Para evitar las recaídas se
puede elaborar un horario realista que permita al paciente manejar su tiempo.
Se puede elaborar un esquema de conexiones breves pero frecuentes. El tener un
horario tangible puede permitir tener sensación de control.
d.
Abstinencia de una aplicación particular: Una vez se ha identificado la
aplicación que resulta más problemática para el paciente, este debe dejar de
utilizarla. Esto no significa que no pueda usar otras aplicaciones relacionadas
con la red. Si el paciente encuentra problemas con el las salas de chat,
entonces no debe usarlas más, pero si puede usar el correo electrónico o los
navegadores Web.
e.
Usar tarjetas recordatorias: Para mantener al paciente centrado
en la meta de la abstinencia o la reducción de uso podemos pedirle al paciente
que haga una lista de los cinco principales problemas causados por la adicción
a Internet y otra con los cinco principales beneficios de estar desconectado de
Internet o abstenerse de usar una aplicación. La lista puede ser transcrita en
una tarjeta que pueda llevar consigo. Le podemos sugerir que saque la tarjeta
cada vez que piense en usar Internet, y que apunte todos los beneficios que le
cause la abstinencia o reducción de uso así como lo efectos negativos que le
cause su uso.
f.
Desarrollar un inventario personal: Al mismo tiempo que el
paciente intenta cortar el uso de Internet, podemos sugerir que cultive una
actividad alternativa. El paciente debe elaborar un inventario personal de las
cosas que ha dejado de hacer a causa de su adicción, para luego clasificarlas
en "muy importante", "importante" o "no muy
importante". Debemos hacer que el adicto examine especialmente las
actividades "muy importantes" para que se haga consciente de lo que
ha perdido y le gustaría recuperar.
g.
Entrar en un grupo de apoyo: Puesto que el apoyo social de
la red contribuye a la adicción de aquellos con estilos de vida solitaacute;n
de aquellos con estilos de vida solitarios, sería conveniente ayudarles a
encontrar un grupo de apoyo que se refiera a su situación. Por ejemplo, si un
individuo ha perdido recientemente a su pareja, podríamos sugerir que entrase a
formar parte en una asociación de viudos o que se implicase en actividades de
la comunidad.
h. Terapia familiar: La terapia familiar será necesaria
en aquellos casos en los que las relaciones familiares se han interrumpido o
han sido negativamente afectadas. La
intervención debe estar centrada en:
o
Educar a la familia en lo adictivo que puede llegar a
ser Internet
o
Reducir la culpa en el adicto por su comportamiento
o
Promover la comunicación abierta sobre los problemas
premórbidos que llevaron al adicto a implicarse en el abuso de Internet
o
Animar a la familia a colaborar en la recuperación del
adicto ayudándole a encontrar nuevas ocupaciones, tomándose unas vacaciones o
escuchando sus sentimientos.
Como muchos
otros comportamientos problemáticos, la adicción a Internet puede tratarse
solamente de un síntoma o de un trastorno secundario. La depresión (Petrie y
Gunn, 1998; Young y Rodgers, 1998b), la fobia social (Echeburúa, 1999) o la
adicción al sexo (Greenfield, 1999b) son alguno de los trastornos que pueden
ser los responsables de una sobre – implicación en la red. En estos casos el
tratamiento específico para estas disfunciones debe ser adaptado al medio en el
que se produce.
6. CONCLUSIONES
Hemos
analizado en este trabajo la mayoría de las investigaciones que se han
realizado hasta el momento sobre la adicción a Internet. Gran cantidad de estos
trabajos son solo de naturaleza exploratoria o descriptiva, por lo que las
explicaciones causales son solo tentativas.
A nivel
clínico, puesto que ha surgido una demanda real de ayuda, se han elaborado
algunos instrumentos de evaluación y técnicas de tratamiento, la mayoría
adaptadas de otros trastornos. Debido a la reciente historia de Internet, es un
problema de aparición reciente que aún no se ha estudiado en profundidad.
La
controversia sobre si el término adicción es apropiado es un problema que
inquieta mucho a los investigadores, sinquieta mucho a los investigadores, sin
embargo es algo que a las personas que relatan consecuencias negativas
relacionadas con Internet no preocupa tanto.
Parece ser
que Internet no produce adicción, es solo lo que provee a conductas reforzantes
(sexo, juegos, relaciones interpersonales, etc.) de la capacidad de producir
dependencia. Hemos visto que la gente se hace adicta a multitud de cosas
(juego, sexo, compras, ...) algunas de ellas pueden aumentar su capacidad
adictiva usando Internet como medio, sin embargo otras son posible solo en Internet
(chat, búsqueda de información, WWW, etc). Otra cuestión diferente es que se
puedan desligar ambas cosas, ya que en Internet el medio y el mensaje están muy
unidos.
Internet se
introduce poco a poco en nuestra vida, y las previsiones es que su presencia
sea cada día mayor. Es por tanto necesario que nos anticipemos y aprendamos lo
máximo posible sobre como Internet puede tener un impacto negativo en nuestro
bienestar psicológico, no solo desde el punto de vista de la adicción, sino
también de los cambios personales y sociales que puede traernos la llegada del
mundo virtual.
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